Tu nivel de estrés es considerablemente alto y está afectando tu vida diaria. Los síntomas físicos y mentales son claramente visibles, por lo que se necesita gestión activa. Es importante aprender técnicas profesionales de manejo del estrés y practicarlas consistentemente.
Fatiga persistente y falta de energía
Trastornos del sueño (insomnio o exceso de sueño)
Disminución de concentración y memoria
Aumento de irritabilidad, ira o ansiedad
Dolores de cabeza, dolores musculares, indigestión
Retraimiento social o problemas en las relaciones
Elimina o reduce los principales factores de estrés
Establece hábitos de ejercicio consistentes
Nutrición saludable y sueño adecuado
Practica meditación, yoga, atención plena
Mantén pasatiempos o actividades creativas
Considera consultar con un profesional sobre manejo del estrés
Participa en un programa estructurado de manejo del estrés
Practica ejercicio regular y técnicas de relajación consistentemente
Revisa la reducción de carga de trabajo o cambios en el entorno
Comparte preocupaciones con personas de confianza
Aprende técnicas avanzadas de relajación
Masajes o spa regulares
Tiempo de recuperación en espacios naturales
Usa expresión creativa como arte/música
Practica expresión y organización de emociones